- Nace en 1960 en Buenos Aires.
- Cursa en 1979 estudios de arquitectura y en 1982 en Bellas Artes
- Presenta sus obras en 1992, muestra individual Open Plaza
- 1995 Participa en Casa FOA
- 1996 Feria de Decoración de Córdoba
- 1997 Exposición individual en Pasaje Dardo Rocha en La Plata
- 2000 Participa en Casa FOA
- 2000 Escenografía de concierto de jazz en el Museo Nacional de Bellas Artes
- 2000 Muestra colectiva “Los Pumas” en el Hotel Emperador
- 2003 Exhibición en Weatherburn Gallery, Naples, Florida, USA
- 2004 Exhibición en Bal Harbour Gallery, Miami, USA
- 2005 Muestra individual en Galería Holz – Buenos Aires, 30 de Septiembre al 15 de Octubre
- 2005 Muestra colectiva Ser Sur – Comodoro Rivadavia ,17 de Octubre al 30 de Noviembre
- 2006 Muestra individual en Radio Nacional – 10 de Enero al 20 de Febrero
- 2006 Muestra colectiva Corazones Vivos de la Fundación Favaloro en plaza San Martín y luego Costa Atlántica, del 15 de Noviembre a Febrero de 2007
- 2006 Muestra colectiva “Coleccinables: 30 artistas en el desván” en Galería Holz – Buenos Aires, 30 de Noviembre al 7 de Diciembre
- 2006 Muestra individual en Galería Holz – Buenos Aires, 7 de Diciembre al 2 de Enero de 2007
Born an raised in Argentina, 1960, Sebastian Chelia is a true renaissance man. Studing in Buenos Aires and the National College of Fine Arts, he went on the become a recognized force on the Buenos Aires art scene. He repertoire of subjects is varied and his output prodigious.
After a successful period at home where his work enjoyed many local gallery shows including: Casa Foa from 1995 to 2000, Open Plaza; Passage Dardo Rocha, La Plata; he comes to USA: 2003, Bal Harbour Gallery, Miami , Florida; 2003 Weatherburn Gallery, Naples, FL.
He made several pilgrimages to Italy and fell in love with the statues of antiquity. He was entranced not only by the beaty of original sculpture and the meticulous craftsmanship of artist like Michaelangelo, Bernini, Giambologna, Ghiberti and Canova but equally impressed by the way that time had matured the natural stone.
The weathered surfaces and time worn patinas captured his eyes and very soon his brush too and he has `roduce some of the best paintings of these masterpieces ever produced. “People criticize me for copying another artist creation,” he says, “but to my eye they are just a beautiful as any sunset or any flower and I try to capture the beauty that ages have given them.”
Ted Deswart
En sus obras figurativas, Chelia parece emprender un viaje de exploración y rescate hacia el pasado, al modo que los pintores pertenecientes a la corriente “anacronista” (también conocida como Pittura Colta) realizaron a mediados de la década de los ochenta. Como señala Jorge López Anaya, “los anacronistas resucitaban el sueño de volver a saborear los platos ya olvidados e inconcebibles para los paladares que se habituaron al gusto de la hamburguesa y de los productos de conserva”.
Elogio de las sombras
Con cabal virtuosismo técnico, Sebastian Chelia construye un cuerpo de obra que se mueve fundamentalmente en dos registros: telas basadas en obras maestras del arte antiguo y cuadros abstractos policromados. En una primera aproximación, probablemente nada encontremos en común entre estas dos series; sin embargo, si demoramos un poco nuestra lectura descubriremos que los fondos pictóricos de la mayoría de sus obras guardan una estrecha relación formal. Ahora bien, ¿cómo es posible que trabajos ostensiblemente figurativos guarden semejanza con composiciones abstractas? Quizás la clave se encuentre en la profunda admiración que Chelia profesa hacia el metier artístico y hacia los maestros renacentistas, barrocos y neoclásicos que le ejercieron entre los siglos XV y XVIII. D esta manera, algunos de los hitos que marcaron el apogeo del renacimiento y del barroco italianos, como el Rapto de las Sabinas de Gianbologna o Apolo y Daphne de Gian Lorenzo Bernini, reciben un tratamiento pictórico similar a las figuras biomórficas de sus cuadros abstractos. Chelia no abandona la destreza técnica ni el uso de la tridimensionalidad y, en obras como “Ecosistema indignado” u “Utopía viral”, formas orgánicas de colores brillantes y saturados parecen flotar sobre un fondo pictórico construido por medio de pinceladas cortas y quebradas. En algunos de los títulos, el artista desliza, quizás el humor y divertimento que en la serie de obras basadas en modelos de la escultura clásica está menos proclive a aparecer… Este es el caso de “Posibles panqueques”, obra en la que trabaja con la estratificación de planos en tonos terrosos o “La familia Ingals”, donde cuatro figuras que semejan organismos aparecen suspendidas sobre grafismos de corte geométrico.